Una sonrisa cuesta poco y produce mucho...así escribía Charles Chaplin y yo he tenido el gusto de comprobarlo en infinidad de ocasiones.
Pero recientemente he conocido una sonrisa especial, una sonrisa que es capaz de borrar el cansancio, el sueño, y cualquier mal humor...hablo de la sonrisa desdentada de mi bebé de mes y medio...
Son las 2 de la madrugada, al fin se queda dormido y podemos dormir nosotros, mi esposa cae enseguida producto al cansancio, lógicamente es ella quien lo tiene todo el tiempo pegado al pecho, en sus brazos, sin embargo a mi me cuesta dormirme, es un mezcla de cansancio y excitación pero a sabiendas de que en unas pocas horas tendré que tomar el caminito que lleva a mi trabajo, tengo que estar a las 8 de la mañana allí sin falta. Creo que estoy comenzando a coger el sueño cuando lo siento revolverse en su cuna, me digo a mi mismo que no puede ser, que hace apenas media hora que lo hemos puesto totalmente dormido...pero sí, es real, se está despertando, comienza a llorar, me levanto la verdad con un poco de mal humor, incómodo porque necesito dormir, mi trabajo es 100% intelectual, termino de despertar a mi mujer, que ya también lo ha sentido llorar y está pensando exactamente lo mismo que yo...me levanto, lo tomo de la cuna para ponerselo a ella, y en ese momento sale el sol, no, literalmente imposible, es en ese preciso instante en que lo tengo en mis brazos que me mira y me regala la mejor de sus sonrisas, es en ese mismo instante en que olvido todo, el sueño no es más que un estorbo, el cansancio desaparece por arte de magia y busco la carita de mi bebé para intentar recompensarlo con un beso...ahora puedo quedarme horas y horas mirándole mientras se alimenta del pecho de su madre.
Te quiero, te quiero desde que solo eras una idea, desde que solo existías en mis planes, te quiero desde que eras solamente una semillita en el vientre de mamá, te quiero mientras crecías, cuando me dabas pataditas...ahora te quiero más.
Mañana será otro día, quizás me dejes dormir, quizás no, pero nunca, nunca me dejes de regalar tu sonrisa.
Una sonrisa cuesta poco y produce mucho.
No empobrece a quien la da y enriquece a quien la recibe
Dura solo un instante y perdura en el recuerdo eternamente.
Es la señal de una amistad profunda
Nadie tan rico que pueda vivir sin ella
y no hay nadie tan pobre que no la merezca.
Una sonrisa alivia el cansancio,
renueva las fuerzas y es consuelo en la tristeza.
Una sonrisa tiene valor desde el comienzo en que se da
Si crees que a ti la sonrisa no te importa nada,
se generoso y da la tuya
porque nadie tiene tanta necesidad de la sonrisa
como quien no sabe sonreír.
Charles Chaplin
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1 comentario:
Gracias por permitirme compartir tus lindas experiencias paternales, a mi ver es como la más hermosa y profunda manifestación de lo que experimentan la mayoría de los padres, creo que cada padre que lea esto se sentirá muy identificado y te agradecerá por expresar lo que tal a vez ellos nunca se les ha ocurrido legar asus hijos. Gracias Rubén
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